google-site-verification: google3952ff75c740a003.html Ayúdame a Vencer el Cáncer: Todo era por mi bien

Todo era por mi bien


Les compartimos un fragmento del libro "Ayúdame a Vencer el Cáncer, Memorias de Lili Salazar"


¡Todo era por mi bien!
23 de Septiembre de 2010

Durante los siguientes 4 meses que duraba mi tratamiento
pre-operatorio, pasé muchas cosas, llegué a tener ¡todos los
sentimientos del mundo!, dolor, tristeza, esperanza, Fe,
alegría, desesperación, decepción; sobre todo de ciertas
personas que pensaba estarían apoyándome, pero me di
cuenta que mis amigos los contaba con los dedos de las
manos, ahora gracias a Dios ¡ya no me alcanzan los dedos
para contarlos! xD

Pasaba el tiempo y decidí no pensar en el “gran día”, o sea;
el día que me dirían que es lo que iba a pasar con mi vida
y con mi pierna, muchas veces pensaba ¿Y si me muero?
No me gustaba decirle a nadie; pero sola en mi habitación
me ponía a pensar ese tipo de cosas, y les confieso que yo
nunca he tenido miedo a la muerte, a la mía no, a la de mis
seres queridos sí, pero aún así hay tantas cosas que quiero
hacer y no quiero que mi vida termine ahora.

Muchas veces que pensaba (sobre todo cuando salía de
quimios), que ya no quería luchar, que ya estaba cansada
de tanto sufrir, de tantas inyecciones y tratamientos
dolorosos, era tanto lo que sufría que llegaba a ser egoísta y
pensaba solo en mí, en mi bienestar, y el mío era dejarme
vencer; pero, ¿mi familia?, ellos no iban a permitir que yo
me dejara vencer tan fácil; me llena de orgullo pensar en
un futuro y decir: ¡Yo soy sobreviviente de cáncer!

Pero sobre todo pensar que mi testimonio y que mi lucha
podrían ayudar a más personas, y que iba a servirle a Dios
el resto de mi vida, me ayudaba a seguir adelante, a no
dejarme vencer, mi familia mi primer motor para seguir en
esta lucha como lo he dicho siempre y lo repito; ¡Mi
familia es todo para mí, por ellos lucho cada día, por ellos
me levanto con una sonrisa y trato de ser lo más fuerte
posible!

Tantos nos quejamos porque mami nos regaña, o porque
papi nos castigó y no nos dejó ir a la fiesta y entramos al
cuarto llorando como bebés, gritando que los odiamos o
¡cosas peores!, pero en realidad no nos damos cuenta que
ellos darían todo por nosotros y que si nos prohíben ciertas
cosas, tal vez no lo entenderemos ahora, pero mañana todo
eso ¡lo vamos a agradecer!

Mami, Papi: Gracias por todas esas veces que me castigaban y
no me dejaban salir, les agradezco cada regaño que aunque en
su momento no lo entendí ahora lo sé; ¡Todo era por mi bien!

Gracias Dios, por darme estos maravillosos padres que
nunca fueron suaves conmigo, al contrario eran duros y
estrictos; me exigían más y más y yo no entendía, porque
yo misma pensaba que no podía dar más, pero ellos sí y me
lo exigían, y hacían sacar ¡lo mejor de mí!

Tantas horribles tardes me la pasé repasando las tablas de
multiplicar y cuantas veces mi mamá me regresaba porque
no me las sabía bien, y yo lloraba y pensaba: Por qué tenía
que soportar esa “mala” madre que me hacía aprender ¡más
y más!; ahora lo comprendo, ahora me doy cuenta por qué
los escogiste para ser ¡mis padres! ¡Los amo! By Lili Salazar

No hay comentarios.:

Publicar un comentario