google-site-verification: google3952ff75c740a003.html Ayúdame a Vencer el Cáncer: "Nuestra prioridad es salvar tu vida, segundo tu pierna"

"Nuestra prioridad es salvar tu vida, segundo tu pierna"


Fragmento del Libro "Ayúdame a Vencer el Cáncer, Memorias de Lili Salazar"

“Nuestra prioridad es salvar tu vida, segundo tu pierna”
7 de Agosto de 2010

¡Ya estoy de regreso! Después de otra dura semana de
quimios u_u por fin empiezo a recuperar las fuerzas y mis
defensas comienzan a subir…

Llegó el lunes y yo iba con la esperanza (¡ojo!, iba con esperanza
no con fe), de que me dijeran que era un tumor
benigno que con medicamento o una operación podían
retirar; pero cuando el doctor abrió los resultados y vi su
cara, todo mi mundo se vino abajo, leí en sus ojos que era
cáncer, lo sabía pero no quería creerlo, el doctor sorprendido
nos dijo: “Ya no pueden perder más tiempo váyanse a su
clínica y atiéndanla lo más pronto posible”; entonces yo
pregunté: ¿Es maligno? Y me dijo: “Sí”, en eso el doctor salió
del consultorio y no volvimos a saber nada de él, ¿por qué?
Porque él sabía que al haberme operado, había infectado y
complicado las cosas así que no tuvo cara para vernos ya.

Al día siguiente fuimos con el doctor que nos indicaron,
todo pasó muy rápido, no me dio tiempo de nada, ni de
analizar ni de llorar ni nada, cuando entramos al consultorio
me asusté porque comenzaron a entrar muchos doctores,
uno le decía a otro háblale a tal doctor y el otro decía
háblenle a equis doctor, total 4 doctores analizaron mi caso
y llegaron juntos a una conclusión, iba a llevar tratamiento
de quimios de 3 a 4 meses, después iban a ver si ya podían
operar porque en ese momento no era posible, mi hueso
estaba totalmente infectado y no había forma de operar.

La idea de las quimios era, que el tumor se hiciera pequeño
y dejara de infectar lo más posible al hueso para poder
operar. Recuerdo mucho unas palabras que respondió el
doctor cuando le pregunté si había posibilidad que tuviera
que amputar mi pierna, me dijo:
“Nuestra prioridad es salvar tu vida, segundo tu pierna”.
Ahí fue, cuando por fin me di cuenta que tenía cáncer y
que no iba a ser corto, ni lindo el proceso, comencé a llorar;
mi familia trataba de calmarle, me repetían mil veces “no te
vamos a dejar ir, no te va a pasar nada, todavía tienes
mucho que hacer aquí, tenemos que luchar”.

El doctor dio la orden de que me internaran ese mismo día
para ponerme el catéter (es un aparato que pusieron por
dentro de mi piel con una pequeña cirugía y es por donde
recibo las quimios para que no queme mis venas, ya que mi
tratamiento era un tanto agresivo).

Cuando salí del consultorio no podía parar de llorar,
mucha gente se me acercó para ofrecerme su apoyo, gente
que ya era sana de cáncer, gente que aún luchaba.

En ese lugar me di cuenta de esta gente tan maravillosa que
nosotros ignoramos, gente hermosa que lucha por su vida
y aún así, siempre tienen una sonrisa para hacer sentir bien
a los demás; gente guerrera que tiene que soportar pesados
tratamientos, operaciones y dolores, de verdad admiro
demasiado a los que han logrado salir de esta enfermedad
que simplemente no es nada fácil, desde su detección hasta
el difícil proceso del tratamiento.

Yo me creía una persona débil, creía que cualquiera podía
lastimarme, recuerdo que veía reportajes o algo de gente
con cáncer y pensaba ¡OMG! Yo no podría luchar contra
eso; pero cuando te pasa, empiezas a entender muchas cosas,
hay algo o más bien alguien que te da la fuerza para seguir.
Dios nunca me ha dejado sola y me ayuda a luchar esta
batalla día a día, cuando siento que no puedo, descanso en
Él, cuando necesito una palabra de aliento, Él lo hace; a
través de pastores o de otras personas.

Amigo, si lo ha hecho conmigo en esta dura batalla ¿no
crees que lo haga contigo? Que estoy segura tu batalla será
menos dura que la mía.

Ese mismo día me internaron…  Lili Salazar 1993-2012

No hay comentarios.:

Publicar un comentario