Por siempre amigas.

Yazmín Ivon Rodríguez

Hola mi rojita!

Hace ya casi 5 años que nos dejaste en este mundo terrenal, pero te quedaste dentro de nuestros corazones. 

Desde que partiste, me quede con las ganas de decirte tantas cosas, de platicar contigo para recordar aquellos momentos de felicidad, peleas, bromas y lágrimas que compartimos juntas. 

Recuerdo ese primer día que llegaste a la secundaria, como siempre robando atención desde lo lejos, con tu bonito cabello rojo, y tu risa que se escuchaba a kilómetros. No recuerdo exactamente como llegue a hablarte pero fue una de las mejores cosas que me han pasado en esta vida, tener una amistad contigo. Recuerdas aquellas sesiones de fotos? Jaja cuando nos juntábamos en casa de Cecy para ir a alguna fiesta o quinceañera? Cuanto cantábamos juntas como si nadie nos escuchara. Nos hicimos tan amigas que fui tu dama en tus xv, privilegiada claro, cuando te acompañaba a ensayar. Y que nos pusiste a bailar un vals que tanto tarde en dar esa mugre vuelta cruzada! Jajaja siempre te burlabas de mi! 

Recuerdo perfectamente que fuimos juntas a ver la preparatoria Álvaro Obregón, por que queríamos tomar la carrera técnica en turismo, pero yo decidí irme por otro camino y ahí fue donde nos distanciamos un poco. Pero seguimos siendo amigas siempre. 

Cuando me enteré de todo lo que estaba pasando, tu enfermedad corrí a verte, necesitaba platicar contigo, saber que estabas bien! Y tu como siempre con una sonrisa en la boca me dijiste "Estoy bien, mensa. Vas a tener Lili para pelear un rato" me tranquilizo mucho escucharte reír, y platicar un poco. Tus cumpleaños, claro! Como olvidarlo, teníamos que cantar en la rockola obviamente, pues siempre fue tu pasión!. 

Fuiste siempre mi apoyo en mis días tristes, fuiste mi paño de lágrimas. Me levantabas el ánimo con escuchar esa canción que me dedicaste. Que cada que me sintiera triste la escuchara.

Después se vinieron los días fuertes, tu primer cirugía, un día antes estuve contigo todo el día, fuimos a una iglesia cristiana y después en la noche antes de regresarme a casa, al despedirme de ti, me abrazaste fuerte y me dijiste que tenías miedo, que no sabías por que estabas pasando por eso, por que tu? No pude contener las lágrimas y lloré contigo, platicamos de que todo era un plan perfecto y que Dios solo le da las pruebas más difíciles a sus mejores guerreros. 

Al día siguiente fui a verte al hospital y ya estabas muy recuperada, riendo como siempre. Estuve contigo después de tus quimios, fuiste conmigo a la iglesia, me quedaba a dormir en tu casa. Fui a tu boda de princesa, y al final. Por la gravedad de la situación, ya no pude verte, no pude hablarte. 

Hasta que el día llegó, te fuiste de aquí y nos dejaste un hueco en el alma, cerraste tus ojitos y tu batalla terminó. Ganaste. Fuiste una guerrera que jamás se dio  por vencida! Que luchó hasta el final para llegar a tanta gente y cambiar su mundo, su manera de ver las cosas. Para que conocieran el amor a la vida, a los animales y sobre todo para ayudar al prójimo. 

Gracias por tantas lecciones que nos dejaste, estoy segura que ahorita estás feliz y que nunca nos has abandonado, siempre has estado con nosotros.

Tu sobrino Josue sabrá quién fuiste, le hablaré de ti, de la gran persona y hermana que fuiste y eres para mí.

Te mandamos un abrazo y un beso, hasta lo más alto del cielo